El mito de La Bella y la Bestia


Tarde de Navidad: entre las películas disponibles aparece el estreno de la nueva versión de la Bella y la Bestia de Disney con personajes humanos. Es una película que me trae el recuerdo de mi hija, casi un bebé, cantando la canción principal y a mí mismo tratando de anotarla para ayudarle a recordarla.

Siempre me resultó simpático el personaje femenino de la película y, hasta cierto punto, me gustaba el enfoque. Bella era una mujer con inquietudes intelectuales y fortaleza mental como para tomar decisiones en un mundo machista. Incluso parecía apropiado ese enfoque inteligente con el que logra calmar a La Bestia y sacar su lado tierno. No estaba mal en su momento esa lectura feminista del personaje.

De pequeño en el parvulario, probablemente con buena intención, me decían: los hombres no lloran son fuertes y valientes, las niñas son guapas, tontas y lloronas. La sociedad nos inculca desde pequeños los modelos con los que nos hemos de regir. Mucho han cambiado las cosas en unas décadas. Hace unos días supe de una editorial que reinterpretaba los mitos y daba una visión mucho más tenebrosa, y realista, de La Bestia: un maltratador que secuestra y encierra a una mujer en sus dominios pero que, supuestamente, tiene un corazoncito que hay que saber descubrir. ¿Hay que redimir al malvado? ¿Es posible la reeducación? ¿La gente cambia realmente? Los cuentos son esa interpretación del subconsciente colectivo de una sociedad y, por lo que se ve, poco a poco vamos siendo conscientes de que este mundo patriarcal con el que hemos crecido que debe de desaparecer para ser substituido por uno modemo de relaciones basadas en la igualdad real y el respeto a las decisiones de hombres y mujeres respecto a su vida y sus sentimientos.

Hoy me despierto con la noticia de una víctima más de la violencia de género. Una chica que ha muerto al estrellarse contra una gasolinera el coche que su exnovio conducía. Los dos han muerto. La Bestia no tenía buen corazón.En las fotos aparece una muchacha joven, guapa, como tantas alumnas que veo en el instituto que coquetean con los alumnos más revoltosos. Siempre me he preguntado qué ven algunas mujeres hermosas, formales, estudiosas o trabajadoras e inteligentes en ellos. Creo que ese efecto "Bella-Bestia" sigue jugando su papel. Yo diría que muchas veces creen que aunque en las formas pueda aparecer un lado rudo y arisco hay un fondo bondadoso que se puede rescatar y hacer salir a la superficie. Las películas, los anuncios, la mitología popular toda una cultura patriarcal nos lleva a esa idea del "Buen Salvaje" que finalmente con el amor que se le da mostrará la bondad intrínseca del alma humana.

La realidad es mucho más cruel por desgracia. Asistimos día a día a un goteo de víctimas terrible (En el 2017, 44 el diez de noviembre de este año y ya han habido algunas más). Del te quiero, al eres mía sólo hay una fina línea que se traspasa una y otra vez y llega al o mía o de nadie.

¿Qué tienen en la cabeza esos hombres que les lleva a esas salvajadas? ¿Qué mentalidad, qué educación o genética llevan a las violaciones en masa, los crímenes de género o cualquier otra desviación del comportamiento?


No quiero decir que todos los hombres seamos, violentos y machistas o que todas las mujeres sean víctimas bondadosas. Probablemente se den todos los casos, pero sí que se ve, a tenor de los números, que los hombres nos llevamos la palma con diferencia.

No siempre hay un fondo bondadoso y así debemos transmitirlo. Creo en la bondad de la mayoría de las personas, pero también veo ese demonio que llevamos dentro que sale furioso de tanto en tanto. Hay que desmentir el mito tramposo de que hay belleza en el interior. No siempre hay un príncipe dentro de la Bestia. Hay que intentar educar y sacar lo bueno que pueda haber en cada persona pero sabiendo que a veces no será posible hacer cambiar. La maldad existe y hay veces que el amor no consigue vencer al odio. Deberíamos desterrar ese mito de la cultura popular.




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