Panem et circenses
Con agradecimiento a Teresa Morales Cuando el Vesubio escupió su aliento de gases y cenizas sobre Pompeya congeló un mundo pretérito que desde el siglo XVIII se ha ido definiendo entre el misterio y la evidencia. Pompeya ha quedado como el microcosmos de un imperio, de la vida en su tiempo. Una gota de agua que queda de un océano que se evaporó. La fórmula romana del pan y circo sigue siendo válida en este mundo del siglo XXI. El nuevo emperador Berlusconi reproduce exactamente la ecuación de sexo, orgías y espectáculo para las masas. Los políticos y sus camarillas siguen de compadreo o enzarzados en sus luchas de poder. Del coliseo romano al global que permite que millones de nuevos ciudadanos del imperio tomen su cena mientras gladiadores modernos superan pruebas light en una isla remota. El casting incluye todas las categorías dramáticas, la virgen vestal, el pequeño sátiro friki de pelo blanco, apolo, el bufón y la bella malvada. De momento no hay sangre, pero todo llegará