Vivir del Arte

Tenía el blog bastante abandonado ciertamente. A veces me da la sensación de que es más un muro solitario donde mi eco rebota que un lugar abierto al mundo. No queriendo ya son diez años en los que he ido dejando huellas ocasionales de una vida que transcurre como un río, a veces por aguas tranquilas, por paisajes placenteros y, en otras, por rápidos y cascadas que te desploman y sumergen en los abismos vitales. ¿Escribo para alguien? Eso es seguro. Escribir siempre es un acto de comunicación contigo mismo y ulteriormente una vía de comunicación de ideas y sensibilidades con aquellos que te conocen y los que no.

Desde hace un tiempo hay una nueva asignatura de nombre "Dibujo Artístico" en el bachillerato. No es una elección masiva pero sí fuertemente vocacional. El año pasado nos embarcamos en ella con una idea aproximada de lo que se debía y se podía hacer. La primera vez que se imparte una asignatura es siempre un ejercicio de tanteo donde se ve qué funciona y qué no. Programar es útil, porque es una hoja de ruta que encamina tus pasos, improvisar e innovar en función del grupo es clave para convertir la asignatura en un vehículo real de aprendizaje. Tuve la suerte de contar con un grupo de alumnas, todas ellas chicas, que tenían sensibilidad artística y muchas ganas de aprender. Me reconcilié, de alguna manera, con su generación porque vi que, contra viento y marea, contra una sociedad mezquina con el arte, hay gente muy joven que lo siente como una vocación.

Este año han entrado más alumnos en la asignatura. Trabajamos por proyectos trimestrales. Yo les facilito documentación y audiovisuales sobre un momento de la historia del Arte Contemporáneo y después abordamos
la figura de uno de los artistas ligados a ese movimiento. Se les pide que lo estudien y se les propone la adaptación a su manera personal de ese lenguaje de signos, esa manera de hacer que tuvo relevancia en su día. Los resultados son más que prometedores. Rápidamente se ve la madera de artista que tienen algunos tanto como la menor habilidad que tienen otros. No importa, realmente da gusto ver que tras horas y horas de clases donde absorben conocimiento en una son ellos mismos y su enfrentamiento dialéctico con su propia obra. El cuadro, y así lo descubren, les habla, les pide actuar y ellos van reaccionando. En ocasiones preguntan o yo les sugiero. Es un camino de descubrimiento técnico que conlleva, por igual, la aceptación del yo como ser artístico y la valoración del arte como espacio en el que no existen respuestas universales sino contestaciones íntimas y personales.

Los alumnos de cursos inferiores de acercan con respeto y admiración a las obras que tenemos en el fondo del aula. Cada cual, en función de sus gustos, elige cual es el que le llena más. Hacen su propia lectura y muchos preguntan cuando lo podran hacer ellos. Los propios alumnos de bachillerato, conscientes de la admiración que genera su obra ya me han pedido repetir una exposición en algún lugar público tal como hicimos el año pasado. También ellos desean comunicar sus ideas y sensibilidades tal y como yo hago con mi blog o mi propia obra creativa, ya sean escritos, fotos, carteles o dibujos.

Pero esta sociedad mezquina y mediocre no perdona. El ambiente en este mundo que vivimos no deja espacio para el arte. Para empezar los propios alumnos no desean condenar su futuro con una profesión que apenas alcanza para ser un complemento de un segundo trabajo. Muy poca gente, según un informe que se hizo público en la feria Arco, puede vivir sólo del arte. La mayoría están condenados a emigrar, sobrevivir gracias a la fortuna familiar o vender corbatas y correr a deshoras al estudio a disfrutar de ese espacio íntimo de felicidad que supone la creación artística.

¿Porqué un individuo con un cerebro maravilloso para el arte está condenado a malvivir y uno con talento para el trapicheo o los negocios podrá ser rico y envidiado por su capacidad?

Todos, de una manera o de otra, necesitamos del arte, del saber, del pensamiento, de la reflexión, pero en esta sociedad dos punto cero parece que van triunfando los trolls, los corruptos, los violentos. Se valora el conocimiento sólo por su capacidad de llenar un plato de garbanzos. Eso es lo que enseñamos a nuestros alumnos marginando una y otra vez la sabiduría y el arte a los rincones más minúsculos del currículum escolar. Vamos a un mundo donde el arte sobrevive por esa vocación íntima que hace feliz al artista pero, no nos engañemos, vivir del arte es un imposible hoy por hoy para la mayoría de escritores, escultores, pintores o poetas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

No era el dia, no era la millor ruta. Penya Roja de la Serra de Corbera.

Animaladas

Andrés Mayordomo, desaparecido un día como el de hoy