VACAS GORDAS Y VACAS FLACAS
VACAS GORDAS En España parece que hemos empezado a tocar fondo. Después de casi quince años de despilfarro el murmullo desconfiado escampa por todas las clases sociales y nadie parece confiar en el futuro. El gobierno a fuerza de repetir la consigna del todo va bien se va alejando del duro suelo y pasa al limbo de las palabras volátiles que nadie cree. ¿Pero qué pensábamos? A nadie se escapa que hace años todos, desde el primero al último, preveíamos el batacazo. Hace nada menos que cinco años yo estaba subido en la cinta transportadora de la histeria. Al grito de sálvese quien pueda los españoles buscábamos nuevas viviendas pagando el precio que se nos pidiera porque al año siguiente sería al menos un quince por ciento superior. Una ola de trabajadores llegados de todo el mundo cambiaban el color de los barrios mientras que los nativos nos refugiábamos en la seguridad de las urbanizaciones con piscina y zona verde. Los alcaldes y concejales se frotaban las manos ante la abundante fuen...