Brotes verdes


Buenos días. ¿Qué tal el verano? Nos saludamos entre compañeros. Mi contestación ha sido, bien... Realmente ha sido el no verano. No he acabado de parar y por ello tengo ese regusto de encontrarme de nuevo con un puerto de montaña tras pasar uno de primera y un corto repecho. Pero no me puedo quejar. ¿Qué decir en un entorno como el que tenemos cuando te reincorporas de nuevo a tu puesto de trabajo y en tu entorno sientes la tenaza del desempleo?

En unos días voy a tener de nuevo el aula llena de caras expectantes. Algunos ya me conocen, otros van a saber quien soy durante los próximos nueve meses. En cualquier caso y parafraseando el título de la película. "Todo empieza hoy".

Ser profesor no es el chollo que muchos suponen. Tener la energía mental y física para enfrentarse a una clase con toda su complejidad es un reto anual ante el que no se puede flaquear. He visto por desgracia muchos compañeros que han sucumbido ante la presión y o bien acaban como una marioneta en medio de un grupo de descontrolados adolescentes, deprimidos o desquiciados. He de decir que igualmente he visto a grandes docentes que logran que sus alumnos los respeten y los quieran durante años. Son habilidades con las que nacemos, el don de la sociabilidad, el don de la intuición, el de la elocuencia, el de la organización, el de la diplomacia. No hay ni una combinación única ni un perfil ideal. Hay profesores diversos y únicos frente a grupos de alumnos con los que a veces se acierta y a veces se falla. Al fin y al cabo somos humanos todos los implicados y el error forma parte de nuestra naturaleza.

Puedo comparar entre el mundo de la empresa y el mundo de la docencia y por ello decir que este segundo mata por agotamiento. La carrera del profesor es una maratón sin final y con etapas. Cada año cambian las circunstancias y cada año se intenta mejorar en la forma de trabajar y hacer las cosas, pero finalmente es la gris rutina del día que sigue al día repetido. Es ese problema que se repite ciclicamente, cada año, con nuevos actores. Es la tragedia de niños díscolos que necesitan desesperadamente la autoridad del adulto y a la vez la rechazan. Es la discusión permanente con alumnos que revientan las clases y con familias que nunca reflexionan sobre su propia forma de educar y que nunca cuestionan al monstruo que han creado. Es esa falta de sensibilidad, ese egoísmo, y, tal vez, esa timidez, que tienen algunos alumnos que un año parecen tu sombra y el siguiente te ignoran por los pasillos, la que te decepciona y te entristece. Me podrán creer o no, pero es una profesión que agota y dilapida muchísima energía mental y física. Es un ofício en el que nunca se acaba de ver en el día a día el sentido y el resultado de aquello que haces. Se que algún lector me leerá condescendiente y pensará. Vaya, ¿De qué se quejan estos privilegiados? Ya lo se, cada trabajo tiene su lado oscuro. Pero créanme, éste es un trabajo a veces tan duro como el de llevar sacos de cemento de un lado a otro. El problema es que el peso es fundamentalmente psicológico más que físico y eso no se ve tan evidentemente.

No obstante hay que distanciarse y mirar las cosas en perspectiva para poner en la balanza todo cuanto hace hermosa la tarea docente. El otro día entré en el instituto y varios alumnos se acercaron con alegría sincera a saludarme. Lo noté y sentí la carga de energía que me transmitían.

Hay muchos alumnos que me cuentan sus problemas familiares más íntimos porque necesitan un adulto que les escuche y les aconseje. El agradecimiento y el cariño con el que responden es impagable. A algunos los veo pasados los años y veo que aquellos brotes verdes han crecido en forma de árbol y te sonríen con afecto hablando de la carrera que están acabando, del trabajo de verano con el que ahorran un poco, de sus viajes y de sus ilusiones. Si eres afortunado alguno de ellos rompe la barrera de la timidez y te cuenta el cariño con el que recuerda tus clases. Es entonces cuando sientes que merece la pena el esfuerzo de plantarse delante de tantos niños y hacer tu trabajo.

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