Papeles

Estos días he hecho el esfuerzo de recopilar todos los papeles que se relacionan con la solicitud de un concurso a cátedras. ¡Vaya, un catedrático en la familia!. Ya quisiera yo. Si llegara a ser catedrático, cosa improbable, ya que sólo han salido seis plazas en mi especialidad, no creo que cambiara mucho mi realidad cotidiana ni la manera en que tengo de enfocar las clases o las cosas. No se si se trataría de un reconocimiento a mi sabiduría o  , más bien, tal como se han planteado las cosas, a la vida que ya tengo recorrida.


Revolver papeles de tu propia carrera supone bucear en los anales de tu propia historia, escarbar entre carpetas y archivadores los papeles de tu primer contrato con diecisiete años, el libro de escolaridad, el título de licencidado, viejas nóminas o nombramientos de cargos con sus correspondientes ceses. ¡Tantos años pasados!. ¡Tantas ilusiones en llegar a ser ésto o lo otro! Se nos va la vida rápido...

Acumulamos saber en nuestra pequeña masa gris. Nos pasamos los años memorizando fórmulas de física, métodos de resolución de ecuaciones, verbos irregulares en inglés o métodos de análisis de oraciones. Los papeles van quedando como testigo amarillo de nuestro esfuerzo. Parece que sea un camino que nunca se acaba pero si comparas los papeles con las fotos contemporáneas se ve cómo todo va cambiando. Familia que va y viene, amigos, relaciones y cariños...

Los papeles se acumulan con paciencia como un tesoro. Siempre serán la prueba de nuestra valía cuando ésta sea requerida. Demostrar que se es licenciado para ser profesor, demostrar la perseverancia en el aprendizaje para percibir el premio de los sexenios o justificar la vida laboral para la jubilación.

Todo queda a la espera que llegue el papel final. El papel que nos condena y que hace que todos aquellos que nos han acompañado y que hemos guardado como tesoro no sean más, finalmente, que papel seco pero mojado.

Muchas veces recuerdo a mi suegro, un hombre con talento y muchos estudios detrás. A pesar de todo quedan sus papeles íntimos, sus poesías, sus pensamientos publicados o no. Al menos esos papeles sobreviven de alguna manera, al menos algún tiempo.

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