Ceguera



La corbata del oftalmólogo era de fondo azul con un dibujo obsesivo de grecas que se repetía como si fueran cientos de pequeños ojos de lechuzas insomnes. Con la cabeza encorsetada en un arnés que me mantenía fijo a un aparatoso instrumento óptico, miraba alternativamente a todos los lados según las instrucciones del facultativo. El ojo derecho, bloqueado por un cristal que proyectaba una luz brillante, se concentraba en los dibujos abstractos de las aberraciones ópticas. En el hilo musical música dodecafónica haciendo más aterradora la escena.

El diagnóstico fue inquietante. Tenía una lesión en la retina que requería no esperar más y tal vez necesitara de ser tratada con láser para cauterizar lo que podía ser el principio de un desprendimiento. La mancha gris en mi campo de visión que tanto me había preocupado desde el domingo era un problema menor. Por fortuna un segundo colega al cual fui encomendado me tranquilizó y me dijo que parecía ser más bien una degeneración del tejido o una mala formación congénita.

Son días de lucha en el mundo del trabajo. Está funcionando una reforma laboral que prácticamente permite el despido "low-cost" y los trabajos "express". Me ha hecho pensar mucho en las consecuencias de una enfermedad que te limite en tus capacidades. En cómo en los años en que nos hacemos viejos somos mucho más vulnerables y cómo según las nuevas normas laborales podemos ser fácilmente prescindibles. ¿Qué puede hacer alguien que despiden a los 50 hasta los 67 en que nos va a tocar jubilarnos?

Ahora que tanto se insiste en la reforma laboral "para poder salir de la crisis" se olvida que salimos de una crisis mucho más profunda, como fue la Segunda Guerra Mundial con un pacto social que llevó a todos estos años de prosperidad en Europa. Lo dicen los mismos que dijeron que "liberalizando el suelo la vivienda bajaría de precio". En economía no hay verdades absolutas y si nos fiamos de la historia no se salió de la crisis de los 30 con recortes sino con dinero público. Por otro lado las desigualdades a las que llevaba el sistema económico trajeron todos los males que llevaron a un conflicto que costó 32 millones de seres humanos.

Estoy de acuerdo que hay que tomar medidas contra la crisis pero si salir de la crisis supone que nosotros y nuestros hijos vamos a vivir en la pobreza, lo siento mucho pero no. Así no vamos a tener más que inestabilidad social y el peligro eterno de populistas sospechosos. La economía no debe estar al servicio de los números, lo ha de estar al servicio de la sociedad. Si salimos de esta crisis ha de ser con los beneficios y los perjuicios compartidos. La mayoría de los que vivimos de un sueldo no nos beneficiamos del baño de dinero de los años del boom del ladrillo y ahora nos piden arreglar el desaguisado condenándonos a la pobreza.

Oigo a muchos razonando que "hay que hacer algo". ¡Cuantos hay que no es se dan cuenta de lo terrible que es no disfrutar del estado de bienestar! Ayer, con las pupilas dilatadas por las drogas que me dieron en la revisión oftalmológica, pasé la tarde viendo al principio todo borroso y después todas las luces como si fueran de Navidad. Intuí lo terrible que puede ser ser ciego en un país donde no tienes derecho a ser tratado de tu enfermedad, pero también ser ciego a las consecuencias de una sociedad carente de redes sociales de asistencia, de educación, de subsidios al desempleo. Vale la pena pensarlo.

Comentarios

  1. MUY BUENA LA COMPARACIÓN. AL IGUAL QUE A TÍ, ME INQUIETA Y ME SORPRENDE LA CEGUERA SOCIAL ANTE LO QUE RESULTA EVIDENTE PARA ALGUNOS: EL MONSTRUO MERCADO NOS DEVORA ANTE LA INEPTITUD DE LOS GOBIERNOS, QUE O NO QUIEREN O NO PUEDEN DAR UN GOLPE EN LA MESA Y ANTEPONER EL BIEN SOCIAL DE LA MAYORÍA AL ENRIQUECIMIENTO SIN ESCRÚPULOS DE UNOS POCOS A COSTA DE ROBARNOS LO QUE OTROS CONSIGUIERON EN EL PASADO. Y, MIENTRAS TANTO, LOS CREYENTES ESPERANDO ¿EL MILAGRO?. PARA CUANDO LLEGUE, HABREMOS PERDIDO TANTO ...

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  2. Creo Alicia que hemos pasado demasiados años dejando que el músculo reivindicativo se desentrenara. Pensamos que aquello sel "laissez faire" funcionaría, pensamos que los corruptos finalmente encontrarían castigo y que los que trabajamos siempre de un sueldo tendríamos la tranquilidad del pacífico. Pero no, jamás hay que evitar el ser crítico y el pedir que haya justicia. Espero, por el bien de nuestros hijos, que esta marea la podamos parar.

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